El césped de nuestro jardín no es solo un asunto del verano. El riego es la clave para cuidar tu césped todo el año en buenas condiciones.

Regar el césped de la forma adecuada es una tarea fundamental. Parece sencillo, pero requiere tomar en cuenta algunas recomendaciones y el acompañamiento de expertos para asegurar la cantidad y la frecuencia del riego. Además del riego, el abonado, la fertilización  y el segado son esenciales para ver crecer nuestro césped.

En este post proponemos algunas tareas a realizar durante cada estación del año.

Cuando el césped necesita mejorar la calidad del riego

Si las huellas de las pisadas quedan marcadas durante algún tiempo, el color del césped se torna amarillo y seco o su crecimiento es muy lento, debemos considerar cambiar el método de riego, cantidad o frecuencia. Como hemos dicho el riego es la clave para cuidar tu césped todo el año pero se requiere conocer las necesidades de cada temporada.

Cómo regar el césped

Regar el césped no solo implica echar agua sobre la tierra. En realidad, no se deben regar  por igual todas las áreas del jardín. Cada zona requiere cuidados especiales de acuerdo a sus necesidades.

Los lugares más secos como las pendientes, áreas cercanas a las construcciones, caminos y esquinas necesitan más agua. Las tierras arcillosas, en zonas bajas, en sombra o al viento requieren en cambio menor cantidad de agua. Si el césped está recién cortado, debe ser regado con más agua, pues el sol incidirá más sobre él.

Cuánto regar

Las necesidades de riego del césped no son iguales durante las distintas estaciones y épocas del año. Tampoco en los diferentes momentos del día. La recomendación es regar a primera hora de la mañana, o al atardecer.

En primavera, debe regarse en días alternos. Es decir un día sí y otro no. En verano, cada día. En otoño, dos veces por semana, excepto si llueve. Y en invierno, debe regarse cada 20 días, sobre todo si no ha llovido suficiente o el césped se ve seco.

Qué tipos de sistemas de riego usar

Además del tradicional riego con manguera, seguramente has escuchado hablar del riego automático. Este es el sistema más recomendable para regar un césped de tu jardín pues aporta muchísimos beneficios:

1. Distribuye el agua de forma más controlada, por medio de sistemas como la aspersión o el goteo, gracias a los aspersores y difusores instalados bien regulados y fijos.
2. Permite seleccionar la ubicación, cantidad, frecuencia y horario que se requiera. Puede ser programado para regar en el momento exacto, los días de la semana y el tiempo que se desee.
3. Ahorra tiempo y esfuerzo. Si estás ausente o tienes otros compromisos, el riego automático trabaja por ti. No necesitas abrir ni cerrar llaves, ni cambiar los aspersores de sitio. Puedes regar en horas de descanso como la noche o el amanecer, momentos del día con menos viento y calor.

En otro de nuestros post profundizaremos sobre los diferentes sistemas de riego recomendables para tipos de césped, región y/o cultivo. Entre ellos el riego por goteo, por aspersión, por bombeo y por gravedad, entre otros.

Instalación de grupos de presión de agua y fluidos

En el riego automático se emplean todo tipo de emisores como aspersores, difusores, goteo, cintas de exudación, microaspersores y riego subterráneo. Te recomendamos confiar su instalación a empresas competentes. Sobre todo en jardines grandes deben realizarse cálculos más precisos y observar otros detalles desde la visión de un experto.

En Apelsa, somos expertos en ofrecer un servicio integral y atención personalizada en la instalación, mantenimiento y reparación de bombas de presión de agua y lo referente al bombeo y distribución de fluidos.

Somos especialistas en el montaje, instalación y puesta en servicio de equipos hidráulicos y grupos de presión de agua y fluidos, tanto a nivel industrial como doméstico. Estamos comprometidos con la eficiencia energética y el medio ambiente. Consulte sin compromiso el presupuesto para atender sus necesidades y proyectos a través de 954 356 939 o de nuestra página web.