octubre 22, 2021

La bomba de superficie es una alternativa imprescindible

La bomba de superficie es una alternativa imprescindible para bombeos de aguas limpias, residuales o cargadas. Sea monocelular o multicelular, funciona fuera del agua para aspirar y extraer el líquido.

Ya sean centrífugas o periféricas, proporcionan más presión en la salida del agua de salida que al absorber el caudal. Cuentan con una entrada de autoaspiración y una salida para desalojar el agua. Es posible emplearlas en múltiples aplicaciones domésticas, regadíos de jardines, huertos y campos.

Tipos de las bombas de superficie

Las bombas de superficie pueden ser monocelulares o multicelulares, en cuanto a su rendimiento.

La bomba monocelular posee una sola turbina para extraer y presurizar el agua. Por lo general se trata de bombas básicas para uso doméstico, que no pueden soportar grandes esfuerzos. Se pueden usar para vaciar piscinas o regar un jardín y para bombera preferiblemente aguas limpias sin partículas de más de 0,5 cm. En ellas es fundamental el uso de una válvula de pie que funciona como filtro. Suelen ser ruidosas y de activación manual.

Por su parte, la bomba multicelular o multietapa tiene varias turbinas, en serie, con mayor capacidad de extracción y presurización del agua. Evidentemente son más eficientes, robustas, automáticas y silenciosas, así como de menor consumo. Se emplean en cultivos o en aplicaciones que requieren un mayor caudal.

Las bombas de superficie también pueden son monofásicas o trifásicas, en relación  a su alimentación y potencia. La refrigeración de los motores de las bombas de superficie se realiza cuando el agua pasa a través de ellas. Por ello su cuerpo cuenta con aletas o rejillas y suele estar fabricado en aluminio fundido con carcasa de acero inoxidable. Solo las bombas de superficie más básicas disponen de carcasa de plástico.

Características principales de una bomba de superficie

La mayoría de los fabricantes de bombas de superficie integran sus características principales en la llamada altura manométrica total (AMT). Ésta se calcula al sumar la altura de evacuación (en metros), la presión (1 bar = 10 metros) y la longitud de la manguera de evacuación (en metros), expresando el resultado en metros de columna de agua (MCA).

La altura manométrica total  es la altura en metros entre la bomba y el punto de descarga. La longitud de la manguera de evacuación es la medida entre la bomba y el punto de descarga y la presión, la acorde a los requerimientos de la instalación.

De esta manera, la altura manométrica total es la presión diferencial o presión que debe vencer la bomba sobre la superficie del líquido en aspiración y expulsión. Otro aspecto a tomar en cuenta es la profundidad de aspiración de una bomba de superficie. Ésta no debe exceder de 8 metros; para una distancia mayor, selecciona mejor una bomba sumergible.

¿Para qué usar bombas de superficie?

Una bomba de superficie aspira el agua de un punto para expulsarla en otro. Por ejemplo, puede aspirar el agua de un río y desalojarla en un huerto. También puede usarse para el suministro de agua a electrodomésticos o un váter. Primordialmente se usa para extraer aguas limpias, pero en ocasiones también para aspirar aguas cargadas o residuales.

En el caso de usarse en pozos, como ya se ha comentado la profundidad máxima de aspiración es de 8 metros. Si esta profundidad es mayor debe usarse una bomba sumergible.

Para el uso en ríos o estanques, debe consultarse la normativa. Además de calcular bien la altura manométrica total, debes garantizar que la válvula de pie no llegue al fondo. Esta impide que las partículas y residuos pasen a la bomba.

Las bombas de superficie son perfectas para recuperar agua de lluvia. El tubo de aspiración de la bomba se sumerge en el depósito, con base en el cálculo realizado. Para otras aplicaciones como los sistemas de riego automatizados en agricultura, se recomienda contar con un grupo de presión para asegurar una presión adecuada y un caudal constante.

Para extraer agua de sótanos inundados, no es recomendable usar en cambio bombas de superficie. Por lo general, las bombas de achique o de trasvase son bombas sumergibles que además permiten el paso de residuos así como de un gran caudal. Sin embargo, en casos excepcionales, es posible usar una bomba de superficie polivalente, que permita bombear el agua de un pozo para el riego, por ejemplo.

La calidad del agua a bombear

En general, antes de emplear una bomba debe analizarse la calidad del agua a bombear para evitar averías. Hablamos de calidad del agua cuando tomamos en cuenta el  grosor, en milímetros (mm), de las materias en suspensión. Esto es lo que se denomina paso granular.

En aguas limpias, el  paso granular es muy bajo, menor < 5 mm. En aguas cargadas es inferior a 20 mm y en aguas muy cargadas, como las de inundaciones son superiores a 20 mm.

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